La cúrcuma es una especia de gran interés tanto en el ámbito médico y científico como en la cocina, y es ampliamente conocida por sus beneficios de la cúrcuma. Esta planta, que pertenece a la familia del jengibre, contiene curcumina, un polifenol con propiedades medicinales que se han reconocido desde hace miles de años. Sin embargo, la investigación reciente ha comenzado a desvelar los mecanismos exactos de acción y los componentes bioactivos de la curcumina. Tradicionalmente, en países asiáticos, la cúrcuma se ha utilizado como hierba medicinal debido a sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antimutagénicas, antimicrobianas y anticancerígenas, lo que resalta su importancia para la salud y bienestar.
La curcumina actúa sobre múltiples moléculas de señalización al mismo tiempo, demostrando actividad a nivel celular, lo que respalda sus múltiples beneficios para la salud. Se ha evidenciado que mejora las condiciones inflamatorias, el síndrome metabólico y el dolor, además de ser útil en el tratamiento de ciertas afecciones oculares inflamatorias y degenerativas. Aunque se han reportado múltiples beneficios terapéuticos en la suplementación con curcumina, muchos de ellos provienen de sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios, como el control del dolor y la inflamación en enfermedades inflamatorias como la artritis, la prevención de infecciones virales como la gripe común, y la mejora de síntomas de psoriasis y enfermedades inflamatorias intestinales. También se ha demostrado que la curcumina mejora los marcadores cardiovasculares y actúa como terapia complementaria en casos de cáncer de colon, próstata o seno, entre otros usos. Sin embargo, uno de los principales retos de la ingesta de curcumina es su baja biodisponibilidad, que se atribuye a una mala absorción y un rápido metabolismo y eliminación.
A nivel mundial, la curcumina es reconocida y utilizada en diversas formas debido a sus potenciales beneficios para la salud. En India, por ejemplo, la cúrcuma se incorpora en el curry; en Japón, se disfruta en té; en Tailandia, se emplea en cosméticos; en China, se utiliza como colorante; en Corea, se sirve en bebidas; en Malasia, se aplica como antiséptico; en Pakistán, se usa como agente antiinflamatorio; y en los Estados Unidos, se incluye en la salsa de mostaza, queso, mantequilla y papas fritas, además de presentaciones en cápsulas y polvo. La curcumina está disponible en varias formas, incluidas cápsulas, tabletas, ungüentos, bebidas energéticas, jabones y cosméticos. Los curcuminoides han sido aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) como 'Generalmente reconocidos como seguros' (GRAS), y los estudios clínicos han mostrado buenos perfiles de tolerabilidad y seguridad, incluso a dosis de entre 4000 y 8000 mg/día.
Curcumin: A review of its effects on Human Health