El dilema de la "especia dorada"
La cúrcuma (Curcuma longa), famosa por su color amarillo brillante, ha sido utilizada tradicionalmente en Asia no solo como colorante alimentario, sino como una potente hierba medicinal. La ciencia moderna ha respaldado sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antimicrobianas e incluso anticancerígenas.
Sin embargo, existe un obstáculo farmacológico importante: la curcumina (el componente activo principal) tiene una biodisponibilidad muy pobre. Cuando se ingiere en cápsulas convencionales, el cuerpo tiene dificultades para absorberla a través del intestino y el hígado la metaboliza rápidamente antes de que pueda hacer efecto, un fenómeno conocido como el "efecto de primer paso".
La innovación: Absorción directa en la boca
Para superar esta barrera, investigadores evaluaron una nueva tecnología: una pastilla (lozenge) diseñada para disolverse lentamente en la boca. El objetivo era permitir que la curcumina se absorbiera directamente a través de las membranas mucosas de las mejillas, evitando así la degradación gástrica y hepática.
El estudio, realizado bajo estrictos controles éticos, comparó dos métodos de administración en 14 voluntarios sanos:
- El nuevo método (Prueba): Una pastilla en hidrogel de disolución bucal con 100 mg de extracto de cúrcuma.
- El método tradicional (Referencia): Una cápsula dura de gelatina con 475 mg de curcumina.
Hallazgos clave: "Menos es más"
Los resultados del análisis sanguíneo fueron sorprendentes y contraintuitivos para la farmacología tradicional:
- Mayor potencia con menor dosis: A pesar de contener solo una quinta parte de la dosis (100 mg frente a 475 mg), la pastilla lograba niveles de concentración en sangre significativamente más altos.
- El doble de absorción máxima: La concentración máxima de curcumina en plasma (Cmax) alcanzada por la pastilla fue de 188.8 ng/ml, casi el doble que los 96.4 ng/ml logrados por la cápsula convencional.
- Exposición total superior: El área bajo la curva (AUC), que mide la exposición total del cuerpo al fármaco, también fue significativamente mayor en la pastilla (897.0 ng/ml*hr) comparado con la cápsula (440.7 ng/ml*hr).
- Rapidez de acción: La pastilla alcanzó su punto máximo de concentración en sangre más rápido (2.00 horas) que la cápsula (2.50 horas).
¿Por qué funciona mejor?
El estudio confirma que la vía bucal es una ruta superior para compuestos lipofílicos como la curcumina. Al disolverse en la boca, el principio activo pasa directamente a la circulación sistémica. Por el contrario, las cápsulas orales y líquidos convencionales no logran evadir el metabolismo gástrico, lo que resulta en que solo una pequeña fracción de la curcumina ingerida sea realmente aprovechada por el cuerpo.
Implicaciones para la salud
Este avance sugiere un cambio de paradigma en la suplementación con cúrcuma. Los autores del estudio, liderados por el Dr. Sasikumar Menon, concluyen que este método es un enfoque pragmático para resolver la baja biodisponibilidad histórica de este compuesto.
El estudio indica que el uso de 2 a 3 pastillas al día podría ser suficiente para alcanzar niveles terapéuticos efectivos, evitando las megadosis (de hasta 3000 mg) que a veces se requieren en tratamientos orales y que pueden causar irritación gástrica. Además, esta presentación ofrece beneficios adicionales para el tratamiento localizado de afecciones bucales como infecciones dentales o dolor de garganta.
Basado en el estudio de: Menon S et al. Int J Basic Clin Pharmacol. 2018 Mar;7(3):561-568.